Cómo Empezó Todo
En 2018, tres consultores financieros nos dimos cuenta de algo importante: las empresas medianas en España necesitaban herramientas de análisis de riesgo que fueran prácticas, no complicadas teorías académicas.
Habíamos trabajado en grandes corporaciones donde los presupuestos se desviaban constantemente. Los equipos directivos tomaban decisiones basándose en hojas de cálculo obsoletas o corazonadas. Faltaba un enfoque sistemático pero flexible.
Nuestro primer cliente fue una empresa textil de Andalucía que había perdido 180.000 euros por una mala planificación de inventario. Después de trabajar juntos durante ocho meses, redujeron sus desviaciones presupuestarias en un 60%.
Ese proyecto nos enseñó que cada empresa tiene particularidades únicas. No basta con aplicar fórmulas estándar. Hay que entender el contexto, los ciclos del negocio y la cultura organizacional.